Cavitación

¿Qué beneficios tiene la cavitación?

La cavitación es un tratamiento que ofrece múltiples ventajas para mejorar la silueta y la salud de la piel. Entre los beneficios más destacados se encuentran:

• Reduce el volumen corporal. Al eliminar la grasa localizada, se consigue una reducción de centímetros en las zonas tratadas, como el abdomen, los muslos, los glúteos o los brazos.
• Mejora la calidad de la piel. Al estimular la producción de colágeno y elastina, se consigue una piel más firme, elástica y lisa, con menos flacidez y arrugas.
• Combate la celulitis. Al romper los nódulos de grasa que forman la piel de naranja, se consigue una piel más uniforme y sin irregularidades.
• No requiere cirugía ni anestesia. Al ser un procedimiento no invasivo, no hay riesgo de complicaciones, infecciones, hematomas o cicatrices. Además, no se necesita ningún tipo de recuperación posterior, por lo que se puede retomar la actividad normal inmediatamente después de la sesión.
• Es indoloro y relajante. La cavitación no produce ningún tipo de dolor ni molestia, sino una sensación de calor y cosquilleo en la zona tratada. Algunas personas incluso lo describen como un masaje agradable.

¿Cómo se realiza la cavitación?

La cavitación se realiza con un equipo especializado que emite ultrasonidos de baja frecuencia a través de un cabezal que se desliza sobre la piel. Antes de comenzar, se aplica un gel conductor para facilitar la transmisión de los ultrasonidos y proteger la piel. El cabezal se mueve de forma circular y constante sobre la zona a tratar, generando las microburbujas que rompen los adipocitos. Cada sesión dura entre 20 y 40 minutos, dependiendo del tamaño y el número de zonas a tratar.

¿Qué resultados se pueden esperar?

Los resultados de la cavitación se pueden apreciar desde la primera sesión, aunque se recomienda realizar un mínimo de 6 a 10 sesiones para obtener un efecto óptimo y duradero. Los resultados también dependen de la cantidad y el tipo de grasa, así como de los hábitos de vida de cada persona. Para potenciar los efectos de la cavitación, se aconseja seguir una dieta equilibrada, beber mucha agua, hacer ejercicio moderado y combinar el tratamiento con otras técnicas complementarias, como la presoterapia, la radiofrecuencia o el masaje drenante.

¿Qué contraindicaciones tiene la cavitación?

Se trata de un tratamiento seguro y sin efectos secundarios, siempre que se realice por un profesional cualificado y con un equipo homologado. Sin embargo, existen algunas situaciones en las que no se recomienda su aplicación, como:

• Embarazo y lactancia. La cavitación puede afectar al desarrollo del feto o al contenido de la leche materna, por lo que se debe evitar durante estos periodos.
• Enfermedades hepáticas o renales. La cavitación puede sobrecargar el funcionamiento del hígado o los riñones, que son los encargados de eliminar la grasa liberada por el tratamiento.
• Enfermedades cardíacas o circulatorias. La cavitación puede alterar el ritmo cardíaco o la presión arterial, por lo que se debe consultar con el médico antes de realizarla.
• Prótesis metálicas o marcapasos. La cavitación puede interferir con el funcionamiento de estos dispositivos, por lo que se debe evitar su aplicación en las zonas cercanas a ellos.
• Infecciones o heridas en la piel. La cavitación puede agravar el estado de la piel, por lo que se debe esperar a que se cure antes de realizarla.

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